Apple vs Samsung: conflicto sobre patentes

En el conflicto entre Apple y Samsung en EE. UU. sobre la infracción de varias patentes de Apple, Samsung, tras haber sido ya condenado, acaba de lograr una pequeña victoria que consiste en la reducción de la indemnización que deberá pagar al gigante del sector electrónico de EE.UU.

En efecto, en un primer momento, la indemnización a cargo de Samsung se evaluó en 1.005 millones de dólares, cifra que fue bajando hasta los 929 millones de dólares. Recientemente un Tribunal de segunda instancia en Washington, negando la existencia de una infracción por parte de Samsung de una patente concreta de Apple, que protegía el diseño de un Smartphone, redujo ulteriormente dicha indemnización. Según la empresa coreana, el importe a pagar debería bajar unos 382 millones dólares más.

Este caso, bastante mediático y que empezó ya en 2012, el mismo año del caso Lego contra Best-Lock, es una muestra interesante para imaginar el valor que puede llegar a tener un activo en propiedad industrial.

Como solemos decir a las Startups o PYMES que se dirigen a nosotros, de cara a una buena estrategia de protección de sus activos inmateriales, no basta con registrar una marca u obtener la concesión de una patente, sino que hay que tomar en consideración, también, la posibilidad de que surjan conflictos con terceros e incluirla en el marco de una estrategia general de protección.

Si bien en tales casos solemos aconsejar buscar un buen acuerdo entre las partes, como el alcanzado entre Apple y Ericsson sobre patentes esenciales, hay que ser consciente de que, a veces, el conflicto se impone como herramienta imprescindible de cara a la satisfacción de los derechos de propiedad industrial.

Se trata de un aspecto delicado y peligroso a la vez. En efecto, los conflictos no se suelen ver al principio, sino que, a menudo, surgen más adelante, cuando el bien inmaterial empieza a tener algo de valor o molestamos a los competidores. Por eso, es importante, acompañar cualquier derecho de propiedad industrial con el marco jurídico contractual adecuado, de cara a prevenir, evitar o reducir riesgos de conflictos con terceros (competidores,proveedores,diseñadores, etc).

Alessandro DI MARCO