Unión Europea: hacia una reforma del derecho de autor en la era de internet

El 12 de septiembre 2018, tras unos debates ardientes, el Parlamento Europeo acabó aprobando la propuesta de una nueva directiva sobre el derecho de autor.

El objetivo de la propuesta de la Comisión Europea es reformar la legislación en vigor, actualizando y reforzando los derechos de propiedad intelectual ante los desafíos que supone internet. La nueva directiva busca (a) obtener “beneficios tangibles para los ciudadanos, investigadores, educadores, escritores, artistas, la prensa y las instituciones culturales de la UE”; (b) “abrir el potencial para más creatividad y contenidos” y, todo eso, (c) “salvaguardando la libertad de expresión y garantizando que las plataformas online puedan desarrollar nuevas ofertas y modelos de negocio nuevos (..)”.

Es un proyecto complejo que intenta crear un marco jurídico en el que puedan coexistir intereses distintos, cuya conciliación no parece evidente.

Entre las novedades de la futura directiva UE sobre el derecho de autor, destacamos el artículo 11 que permitiría, a los editores de prensa, reclamar compensaciones para compartir sus artículos o parte de los mismos en plataformas como Twitter o Facebook, durante máximo 20 años.

En cambio, el mero uso de unos enlaces permanecería libre. Por otro lado, la nueva disciplina involucra más seriamente a los “proveedores de servicios de intercambio de contenidos en línea” (en adelante, las “Plataformas digitales”) en la lucha contra la subida ilícita en internet de obras protegidas por el derecho de autor.

Por ejemplo, según el artículo 13 de la propuesta de directiva, las Plataformas digitales (como, por ejemplo, YouTube o Google), tendrán la obligación de controlar que los contenidos compartidos en sus plataformas no infrinjan derechos de propiedad intelectual, con independencia de que el titular del derecho de autor en cuestión haya reclamado una infracción o no.

Además, tendrán la obligación de adoptar todas “las medidas adecuadas y proporcionadas” para asegurar “el correcto funcionamiento de los acuerdos” que se hayan podido alcanzar con los titulares de derechos de autor. Incluso si no los hubiera, las Plataformas digitales, deberán tomar las medidas oportunas de cara a prevenir, impedir que se compartan o pongan a disposición obras que infrinjan derechos de propiedad intelectual de terceros.

El objetivo de la Comisión Europea es aprobar definitivamente le reforma para finales de 2018. Pero el final del camino para la reforma no ha llegado aún. Las tres instituciones europeas (Parlamento, Consejo y Comisión UE) ahora tendrán que negociar para alcanzar un acuerdo sobre el texto definitivo de la nueva directiva.

Quedamos a la espera de las evoluciones y curiosos de cómo acabará siendo la nueva normativa europea sobre el derecho de autor.